Luego de varios días grises, algunos con intensas lluvias, el miércoles volvió a brillar el sol en la ciudad de Panamá. Tenía una cita médica cerca de casa y aproveché para ir caminando, pues la tarde estaba hermosa. Para llegar a la clínica, tomo un atajo atravesando un estacionamiento que está arbolado alrededor y, detrás de los árboles, sobresalen los altos edificios del área. Este en particular, se alza sobre la parte más alta de su calle, lo que lo hace verse aún más prominente y, la perspectiva desde mi ubicación, da la impresión de que está por alcanzar las nubes.